Reseña del Libro: Desindustrialización prematura e informalidad laboral en América Latina
Boletín ciudades y regiones - Novedades editoriales
Luis Quintana y Carlos Salas | Docentes de la FES Acatlán y la UAM Azcapotzalco
El libro pone al centro de la discusión una temática que ha sido
desdeñada por los gobiernos neoliberales de México en las últimas tres décadas:
la necesidad de industrializar el país.
La preocupación por impulsar la industria en el país fue parte de la
estrategia de desarrollo de México en los años 50, dando lugar a un proceso de
crecimiento económico que logró alcanzar tasas de crecimiento superiores al 6%.
Durante el proceso de sustitución de importaciones del país, el sector
manufacturero se convirtió en el motor del crecimiento. Situación que contrasta
con las bajas tasas de crecimiento que desde hace más de 30 años tiene la
economía mexicana y cuyas causas, como apunta muy bien este libro, tienen que
buscarse en el debilitamiento del sector industrial.
Los autores retoman una idea ya formulada varios años atrás, la de
desindustrialización prematura, entendida como la disminución de la
participación de la industria en la producción y en el empleo de una economía.
Este fenómeno se consideraba ocurría en economías maduras, pero, de acuerdo con
el libro, se presentó de manera prematura en América Latina desde 1980.
La novedad de este libro no es el tratamiento que se hace de la
desindustrialización, terma que de una u otra forma ya ha sido abordado en
otros textos, sino que los autores establecen una relación causal entre
desindustrialización e informalidad laboral, buscando explicar la informalidad
desde el lado de la demanda.
La pregunta central que se hace el libro es si la desindustrialización
prematura da lugar a la informalidad. La desindustrialización prematura, a
diferencia de la temprana o la madura, señalan los autores que ocurre a un
ingreso per cápita menor que el que habían alcanzado los países más
desarrollados cuando iniciaron su proceso de madurez industrial. En América
Latina ese desgaste temprano de los procesos industriales se explica por el
impulso a políticas de libre mercado. Esto que señalan lo autores es muy
relevante, el deterioro del sector industrial ocurre por los procesos de
liberalización económica y financiera que revierten el papel del Estado en la
industrialización. Esto llevó a una desindustrialización no temprana sino
prematura, impidiendo que la industria se convirtiera en el motor kaldoriano
del crecimiento. Bajo la ideología neoliberal el desarrollo de la industria fue
vista como un vicio del proteccionismo.
El texto concluye con una idea con la cual coincidimos y que nos gusta
mucho: impulsar políticas de desarrollo productivo dirigidas a reindustrializar
los países de América Latina alentará el crecimiento económico y dará lugar a
círculos virtuosos de causalidad acumulativa.
Sin embargo, hay algunos temas en este libro que son muy discutibles y
que pasamos a reseñar.
1) Se señala que la
informalidad influye negativamente en la economía, sin embargo, no se discute
la gran heterogeneidad de lo que dicho término mide. El concepto de
informalidad es caracterizado en el libro como actividades poco remuneradas,
inestables y sin derechos laborales. Lo cual se asemeja más a la idea de
precariedad laboral que la de informalidad al estilo de la OIT. El problema es
que al medir la informalidad se alejan de la idea de precariedad laboral y
retoman una categoría en la cual se clasifica como informales a segmentos que
tiene altos ingresos, estabilidad laboral y que aparecen bajo el rubro de
trabajo por cuenta propia.
2) La relación causal entre informalidad e industrialización se discute de forma empírica, es decir, resulta de la evidencia de una ecuación econométrica y no de una reflexión teórica que permita establecer cuáles son los canales causales de dicha relación si es que ésta existe. Hay que observar que los trabajos de mala calidad (inestables, sin derechos laborales y de baja remuneración) han sido una constante incluso en la época del llamado “desarrollo estabilizador” donde el país se industrializó. O sea, la pérdida relativa de importancia de la manufactura en la generación de empleo total no puede ser considerada como la causante de las malas condiciones de trabajo o de la falta de protección social de trabajadores asalariados o de trabajadores cuenta propia, siendo estos dos últimos grupos los considerados dentro de la definición de informalidad según la OIT.
3) Una encuesta llevada a
cabo por Coparmex en 2023 encuentra que el 75% de las empresas encuestadas en
el país consideró que su reto principal en materia laboral radica en la
insuficiencia de personal, no logran cubrir las vacantes en la industria. ¿Cómo
conciliar esta problemática con la idea de que la informalidad es generada por
una desindustrialización prematura? Es decir, la industria cuenta con puestos
de trabajo, pero no se ocupan.
Casarreal P. Jorge A., Cruz, Moritz,
Sánchez J. Isaac L. (2024). Desindustrialización prematura e informalidad
laboral en América Latina. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto
de Investigaciones Económicas. Disponible en: https://libros.iiec.unam.mx/index.php/moritz-casarreal-sanchez_desindustrializacion-prematura